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El portátil es la herramienta clave para un emprendedor

Sí. Lo habéis leído bien. No es el smartphone, es el portátil. Una herramienta que hoy en día damos prácticamente por sentada pero que fue la primera que empezó a mover el paradigma del trabajo remoto en la dirección en la que estamos hoy. Y existen muchas razones para ello, como la potencia o las características técnicas del aparato, aunque siempre relacionadas con el mismo factor: el tamaño del dispositivo.

Hemos convertido al portátil en el nuevo sobremesa. Al poder contar con cualquier nivel de potencia en tamaños muy pequeños, las necesidades informáticas han cambiado en consecuencia, y ahora preferimos comprarnos un portátil al que luego añadir accesorios como pantalla complementaria, hub de puertos USB, etcétera. El trabajo remoto solo es posible si tenemos un ordenador que se mueva con nosotros y, a la vez, sin el avance que supuso el portátil en primer lugar no se estaría planteando el trabajo remoto. Así de sencillo. Así de fácil.

 

 

Claro, no siempre las características técnicas han acompañado. Pero ahora estamos en un momento muy distinto. Cuando un portátil es potente sin perder en movilidad aumenta muy sensiblemente nuestro nivel de productividad. Podemos hacer muchas más cosas en menos tiempo. Los periodos de espera hasta que se finaliza un render han llegado a tiempos absurdamente pequeños.

Así, con un progreso incremental en prestaciones que ha terminando solidificando el reinado del portátil, llegamos a un 2018 muy apasionante en el que por fin podemos tenerlo todo sin renunciar a nada. Y es que cada semana llegan nuevos lanzamientos cada vez más sorprendentes, como los capitaneados por la gama HP EliteBook de diseño revolucionario, mayor flexibilidad y las máximas prestaciones técnicas. Puedes hacer varias tareas de forma simultánea y en cualquier lugar sin preocuparte por la batería. Esto, en el mundo freelance, por ejemplo, es una enorme ventaja.

Quizás lo es más porque puedes tomarte un café en medio del campo mientras estás terminando un trabajo. O quizás en el autobús, o en el carsharing. Aprovechar el tiempo de trabajo de forma efectiva implica una mejor calidad de vida. El lugar de trabajo, también. Es una pieza fundamental de nuestras vidas que en Utopicus entendemos perfectamente. Un lugar de trabajo escogido por nosotros, donde nos sintamos cómodos y podamos ser productivos, equivale a un mayor nivel de felicidad y, por ende, de productividad.

 

HP One Life

 

Pero lo cierto es que la reducción del tamaño de nuestras herramientas de trabajo lleva también una contrapartida. El smartphone, por ejemplo, tiene la indeseable capacidad de desconcentrarnos con sus dichosas notificaciones. Un portátil representa, de alguna forma, un ritual mucho más estructurado. Lo abres, te pones a trabajar, y al terminar lo cierras. El teclado y el tamaño de pantalla también influyen mucho en trabajar más cómodos, de una forma más natural. Quizás el término medio más interesante se encontró en su día en la tablet, un dispositivo táctil pero con un tamaño de pantalla suficiente para hacer tareas para las que un móvil es insuficiente. La gran ventaja de la tecnología de hoy es que muchos portátiles trabajan versatilidad ofreciendo ambas cosas: una pantalla táctil con un teclado plegable a la vez que la experiencia completa de un portátil.

 

En definitiva, hay dispositivos que se adaptan a todo tipo de necesidades, pero quizás el portátil sea el nuevo centro de nuestras vidas digitales, el emblema definitivo de la llamada era Post-PC. Una máquina pensada para ser muchas cosas a la vez, pero que por tamaño y prestaciones trabaja a favor del trabajador del s. XXI y sus necesidades.

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